Los mexicanos queremos vivir en un país y en un mundo mejor. Desde que
los científicos advirtieron que el cambio climático representa una
amenaza para las posibilidades de desarrollo de la humanidad, las
políticas gubernamentales de nuestro país han comenzado a impulsar el
tránsito hacia una economía verde.
Refrendando este compromiso
frente a otras naciones, México ha participado activamente en diversos
foros multilaterales: ratificó en 1993 La Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático como país No Anexo I y, en
1998, firmó el Protocolo de Kyoto, que ratificó en el 2000.
México
se ha fijado metas propias para mostrar su voluntad de actuar contra el
cambio climático y no está obligado por ningún instrumento
internacional a satisfacer metas cuantitativas de reducción de emisiones
de gases de efecto invernadero.
La obligación de México en el
marco jurídico internacional sobre cambio climático consiste en la
presentación de Comunicaciones Nacionales. A través de estas, se
reportan los inventarios de emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI) y planes de acción contra el cambio climático. Con hechos, México
sostiene la postura de que todos los países deben y pueden contribuir en
la medida de sus capacidades y posibilidades, para enfrentar la
problemática derivada del cambio climático en el mundo.
México es el único país en desarrollo que ha presentado cuatro comunicaciones nacionales.*
México
cuenta con un programa voluntario de contabilidad y reporte de
emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), en el que participa un
importante número de empresas que han adoptado protocolos
internacionales de medición. En el 2009 se duplicó el número de
organizaciones y empresas con las que el Gobierno Federal comenzó a
trabajar bajo este esquema desde el 2006. Lo anterior constituye un
ejemplo claro en el ámbito de la cooperación entre el gobierno y la
sociedad mexicana para hacer frente al cambio climático.
En su reporte anual para 2009,
la Convención Global del Banco Mundial para la Reducción de Riesgos
ubica a México entre los países más vulnerables al cambio climático: el
15% de su territorio nacional, el 68.2% de su población y el 71% de su
PIB se encuentran expuestos a sufrir las consecuencias adversas
derivadas de este fenómeno ambiental.
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